Sesenta y dos estudiantes, egresados y egresadas de las distintas facultades, institutos y escuelas de la UNCuyo, recibieron esta semana la distinción María Elisa Norton Farmache por la dedicación, el esfuerzo y el mérito académico puestos para concluir sus estudios, superando dificultades de diversa naturaleza. 

Este reconocimiento, que instituyó el Consejo Superior en honor a María Elisa Norton Farmache —destacada estudiante de Medicina-, busca homenajear a estudiantes que han realizado un esfuerzo excepcional para obtener su título como consecuencia de situaciones especiales de adversidad, sean de índole social, económica o de salud, y que manifiesten una trayectoria académica destacable.

“Es un día de emociones muy profundas, sobre todo para aquellos familiares que han perdido a estos estudiantes que estamos distinguiendo. A pesar de eso, creo que es un día de celebración, celebración por esta obsesión, esta pasión de ser mejor y de superarse cada día”, sostuvo la rectora Esther Sánchez. 

“Nuestra universidad no solo es una universidad pública, no arancelada, de calidad, sino que es inclusiva con aquellas personas que se superan a sí mismas cada día para poder cumplir con el sueño de estudiar", remarcó Sánchez.

Como cada año, María Teresa Farmache —mamá de Elisa— estuvo presente y, esta vez, leyó un fragmento de la dedicatoria que le escribió en su tesis de grado. “Dedicado a mi querida hija María Elisa, para quien anhelo que en su pasión por la medicina encuentre la manera propia de contribuir a la creación de un mundo mejor. Yo espero que eso también les suceda a ustedes y les deseo de todo corazón que tengan una larga vida llena de satisfacciones y de los frutos que han sabido cosechar por su esfuerzo, por no rendirse”, expresó. 

“Esperemos que en el futuro haya una sociedad más humana, más contemplativa, que nos dé lugar a todos, a los que por suerte no tienen dificultades y a los que han nacido con dificultades o a los que las dificultades se han atravesado en su camino. Les deseo toda la felicidad que se merecen y espero que el nombre de mi hija esté siempre en sus lindos recuerdos”, agregó.

Las distinciones 
De la Facultad de Educación fueron reconocidos Florentina Viola, del Profesorado Universitario de Pedagogía Terapéutica en Discapacidad Intelectual. Orientación Discapacidad Motora; y Elizabeth Margarita Enríquez Olmos, del Profesorado Universitario de Educación para Personas Sordas.  Hubo además una distinción postmortem para Camila Rayen Pacheco, quien cursaba la Licenciatura en Terapia del Lenguaje.

Juan Bafumo egresó este año como licenciado en Ciencia Política y Administración Pública. “Soy cartonero y me recibí en la Facultad de Ciencias Políticas, gracias a la Universidad Pública. Esto no es un logro personal, es un logro colectivo. Fue muy complicado. Siempre pasaba por el costado de la Universidad alzando latas y alzando cosas para poder llevar a mi casa y hoy estoy acá. Así que si dicen que los milagros no existen, yo creo que sí”, aseguró.

Lucía Verónica Gonzáles Fischer es estudiante de la Licenciatura en Historia y bombera voluntaria de Ciudad de Mendoza. “Los que tenemos dificultades nos potenciamos cuando estamos juntos. Y eso tenemos que seguir haciendo, apoyando a compañeros en momentos difíciles. Es un orgullo estar entre todos ustedes y sentir que no estoy sola. A seguir luchando por una universidad pública, gratuita y laica”, subrayó.

Rocío Villegas es la primera egresada de Derecho en sillas de ruedas. Contó que su Facultad, al momento de su accidente, no estaba adaptada, pero que eso cambió y ahora existen otros estudiantes en esa misma situación que pueden estudiar. “Creo que cada una de las personas que hoy recibimos la distinción hacemos la diferencia, porque lo queremos hacer, nada más. Y, si nosotros podemos, creo que todos lo pueden hacer”, manifestó.